De acuerdo con la NR- 17 la silla se considera ergonómica cuando cumple con los siguientes requisitos mínimos (NR – 173.3): – Respaldo con forma ligeramente adaptada al cuerpo para la protección de la región lumbar; – Altura del asiento ajustable para adaptarse a la altura del usuario; – Asiento plano con el borde frontal redondeado.
Se necesita la gama de modelos para permitir que las sillas respeten las características antropométricas, biomecánicas y fisiológicas de sus usuarios en la ejecución de sus actividades.
Sí. Dependiendo de la calidad de la silla y la postura que se adopte al sentarse, la parte principal del peso del cuerpo se transfiere al asiento, otras al suelo, a la espalda y a los brazos de la silla. El apoyabrazos puede reducir la presión sobre la columna lumbar. Apoyar los pies a tierra distribuye y reduce la carga en los glúteos y en la parte posterior del muslo.
Hay un » conflicto de intereses» entre las necesidades de los músculos y los discos intervertebrales de la columna vertebral. Una posición vertical del respaldo favorece discos, y recostarse para atrás es recomendable para los músculos. Sin embargo, un ángulo entre el asiento y la parte posterior ( ángulo del tronco – muslo) de 100 a 110 grados es el más adecuado para aliviar la presión de los discos intervertebrales y el funcionamiento estático de la musculatura de la espalda . Pero es importante recordar que la postura del asiento debe ser dinámico . por lo que pueden variar los ángulos del asiento trasero en el día, de acuerdo a la actividad que está realizando (mecanografía, el uso del ratón , lectura de documentos, etc.)
Ni alto ni bajo. Los asientos muy altos o muy bajos, en relación con la compresión de las piernas del usuario aumentan la actividad muscular, impidiendo la circulación de sangre y causando molestias.
Idealmente, la altura del asiento de la silla se ajusta de acuerdo a la longitud de la pierna. La flexión de rodilla (ángulo en la parte posterior) debe ser de 3 a 5 cm, o 2 o 3 dedos por encima del asiento, evitando la compresión de la parte inferior de los muslos.
En primer lugar, para facilitar al usuario a levantarse. El uso apropiado del apoyabrazos reduce la presión en la superficie del asiento y la carga sobre la columna vertebral.